domingo, 21 de noviembre de 2010

Epístola a Belardo-Fragmento.Amarilis(Anónimo)

Tanto como la vista,la noticia
de grandes cosas suele las más veces
el alma tiernamente aficionarla,
que no hace el amor siempre justicia,
ni los ojos a veces son jueces
del valor de las cosas para amarla:
más suele en los oídos retratarla
con tal virtud y adorno,
haciendo en los sentidos un soborno
(aunque distinto tengan el sujeto,
que en todo y en sus partes es perfecto),
que los inflama a todos
con que pueda entenderse,
el corazón,que piensa entretenerse
con dulce imaginar para alentarse
sin mirar que no puede
amor sin esperanzas sustentarse.

El sustentarse amor sin esperanza,
es fineza tan rara,que quisiera
saber si en algún pecho se ha hallado,
que las más veces la desconfianza
amortigua la llama que pudiera
obligar con amar lo deseado;
más nunca tuve por dichoso estado
amar bienes posibles,
sino aquéllos que son más imposibles.
A éstos ha de amar un alma osada,
pues para más alteza fue criada
que la que el mundo enseña,
y así quiero hacer una reseña
de amor dificultoso,
que sin pensar desvela mi reposo,
amando a quien no veo y me lastima:
ved que extraños contrarios,
venidos de otro mundo y otro clima.

Al fin de éste,donde el Sur se esconde
oí,Belardo,tus conceptos bellos,
tu dulzura y estilo milagroso;
ví con cuánto favor te corresponde
el que vió de su Dafne los cabellos
trocados de su daño en lauro umbroso
y admirando tu ingenio portentoso,
no puedo reportarme
de descubrirme a tí,y a mí dañarme.
Más¿que daño podría nadie hacerme
que tu valer no pueda defenderme?
Y tendré gran disculpa,
si el amarte sin verte,fuere culpa,
que el mismo,que lo hace,
probó primero el lazo en que me enlace,
durando para siempre las memorias
de los sucesos tristes,
que en su verguenza cuentan las historias.

Oí tu voz,Belardo:mas¿que digo?
no Belardo,milagro han de llamarte,
ése es tu nombre,el cielo te lo ha dado,
y Amor,que nunca tuvo paz conmigo,
te me representó parte por parte,
en tí más que en sus fuerzas confiado:
mostróse en esta empresa más osado,
por ser el artificio
peregrino en la traza y el oficio,
otras puertas del alma quebrantando,
no por los ojos míos,que velando
están en gran pureza:
más por oídos,cuya fortaleza
ha sido y es tan fuerte,
que por ellos no entró sombra de muerte,
que tales son palabras desmandadas,
si vírgenes las oyen,
que a Dios han sido y son sacrificadas.

Con gran razón a tu valor inmenso
consagran mil deidades sus labores,
cuando manijan perlas en sus faldas:
todo ese mundo allá te paga censo,
y éste de acá mediante tus favores,
crece en riqueza de oro y esmeraldas.
Potosí,que sustenta en sus espaldas,
entre el invierno crudo,
aquel peso,que Atlante ya no pudo:
confiesa que su fama te la debe;
y quien del claro Lima el agua bebe
sus primicias te ofrece,
después que con tus dones se engrandece,
acrecentando ofrendas
a tus excelsas y admirables prendas:
yo,que aquestas grandezas voy mirando,
y entretenido en ellas.
las voy en mis entrañas celebrando.

En tu patria,Belardo,mas no es tuya,
no sientas mucho verte peregrino,
plegue a Dios,no se enoje el Manzanares,
por más que haga de tu fama suya;
que otro origen tuviste más divino,
y otra gloria mayor,si la buscares.
¡Oh,cuánto acertarás,si imaginares
que es patria tuya el cielo,
y que eres peregrino acá en el suelo!
Porque no hallo en él quien igualarte
pueda,no sólo en todo,más ni en parte,
que eres único y solo
en cuanto miran uno y otro polo.
Pues,peregrino mío,
vuelve a tu natural,póngante brío,
no las murallas que ha hecho tu canto
en Tebas engañosas,
mas las eternas,que te importan tanto.

Allá deseo en santo amor gozarte,
pues acá es imposible poder verte,
y temo tus peligros y mis faltas;
tabla tiene el naufragio y  escaparte
puedes en ella de la eterna muerte,
si del bien frágil al divino saltas,
las singulares gracias,con que esmaltas
tus soberanas obras
con que fama inmortal continuo cobras,
empléalas de hoy más con versos lindos
en soberanos y divinos Pindos:
tus divinos conceptos
allí serán más dulces y perfectos;
que el mundo a quien lo sigue,
en vez de premio al bienhechor persigue,
y contra la virtud apresta el arco
con pozoñosas flechas
de la maligna alijaba de Aristarco.

Quiero,pues,comenzar a darte cuenta
de mis padres y patria y de mi estado
porque sepas quien te ama y quien te escribe
bien que ya la memoria me atormenta,
renovando el dolor,que aunque llorado,
está presente y en el alma vive:
no quiera Dios que en presunción estribe
lo que aquí te dijere,
ni que fábula alguna compusiere
que suelen causas propias engañarnos,
y en referir grandezas halagarnos,
que la filaucia engaña
más que no la verdad nos desengaña,
especialmente cuando
vamos en horas vanas estribando;
de éstas pudiera bien decirte muchas,
más quédense en silencio
pues atento contemplo que me escuchas.

En este imperio oculto,que el Sur baña,
más de Baco piadoso que de Alcides,
entre un Trópico frío y otro ardiente,
adonde fuerzas ínclitas de España
con varios casos y continuas lides
fama inmortal ganaron a su gente,
donde Neptuno engasta su tridente
en nácar y oro fino;
cuando Pizarro con su flota vino,
fundó ciudades y dejó memorias,
que eternas quedarán en las historias:
a quien un valle ameno
de tantos bienes y delicias lleno,
que siempre es primavera,
merced del dueño de la cuarta esfera,
la ciudad de León fué edificada,
y con hado dichoso,
quedó de héroes fortísimos poblada.

Es frontera de bárbaros y ha sido
terror de los tiranos,que intentaron
contra su rey enarbolar bandera:
al que en Jauja por ellos fué rendido,
su atrevido estandarte le arrastraron,
y volvieron al Reino cuyo era.
Bien pudiera,Belardo,si quisiera
en gracia de los cielos,
decir hazañas de mis dos abuelos
que aqueste nuevo mundo conquistaron
y esta ciudad también edificaron,
do vasallos tuvieron,
y por su Rey su vida y sangren dieron:
más es discurso largo,
que la fama ha tomado ya ha su cargo,
si acaso la desgracia de esta tierra,
que corre en este tiempo,
tantos ilustres méritos no entierra.

De padres nobles dos hermanos fuimos,
que nos dejaron en temprana muerte,
aún no desnudas de pueriles paños.
El cielo y una tía,que tuvimos,
suplió la soledad de nuestra suerte:
con el amparo suyo algunos años
huimos siempre de sabrosos daños:
y así nos inclinamos
a virtudes heróicas,que heredamos:
de la beldad,que el cielo acá reparte,
nos cupo,según dicen,mucha parte,
con otra muchas prendas:
no son poco bastantes las haciendas
al continuo sustento;
y estamos juntas,con tan gran contento,
que un alma a entrambas rige y nos gobierna,
sin que haya tuyo y mío,
sino paz amorosa,dulce y tierna.

Ha sido mi Belisa celebrada.
que ese es su nombre,y Amarilis,mío,
entrambas de afición favorecidas:
yo he ido a dulces Musas inclinada;
mi hermana,aunque menor tiene más brío,
y partes,por quien es,muy conocida;
al fin todas han sido merecidas
con alegre himeneo
de un joven venturoso,que en trofeo
a su fortuna vencedora palma
alegre le rindió prendas del alma.
Yo,siguiendo otro trato,
contenta vivo en limpio celibato,
con virginal estado
a Dios con grande afecto consagrado,
y espero en su bondad y en su grandeza
me tendrá de su mano,
guardando inmaculada mi pureza.

De mis cosas te he dicho en breve suma
todo cuanto quieras preguntarme,
y de las tuyas muchas he leído:
temerosa y cobarde está mi pluma
si en alabanzas tuyas emplearme
con singular contento he pretendido:
si cuanto quiero das por recibido.
¡Oh,qué de ello me debes!
y porque esta verdad ausente pruebes,
corresponde en recíproco cuidado
el amor,que en mí está depositado,
Celia no se desdeñe
por ver que en esto mi valor se empeñe,
que ofendido en sus quiebras
su nombre todavía al fin celebras;
y aunque milagros su firmeza haga,
te son muy bien debidos,
y aún no sé si con esto tu fé paga.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Traspié entre dos Estrellas.César Vallejo(1893-1938)

Hay gentes tan desgraciadas,que ni siquiera
tienen cuerpo;cuantitativo el pelo,
baja,en pulgadas,la genial pesadumbre;
el modo,arriba;
no me busques,la muela del olvido,
parecen salir del aire,sumar suspiros mentalmente,oir
claros azotes en sus paladares.

Vanse de su piel,rascándose el sarcófago en que nacen
y suben por su muerte de hora en hora
y caen,a lo largo de su alfabeto gélido,hasta el suelo.

Ay de tanto!ay de tan poco!ay de ellas!
Ay en mi cuarto,oyéndolas con lentes!
Ay en mi tórax,cuando compran trajes!
Ay de mi mugre blanca,en su hez mancomunada!

Amadas sean las orejas sanchez,
amadas las personas que se sientan,
amado el desconocido y su señora,
el prójimo con mangas,cuello y ojos!

Amado sea aquel que tiene chinches,
el que lleva zapato roto bajo la lluvia,
el que vela el cadáver de un pan con dos cerillas
el que se coge un dedo en una puerta,
el que no tiene cumpleaños,
el que perdió su sombra en un incendio,
el animal,el que parece un loro,
el que parece un hombre,el pobre rico,
el puro miserable,el pobre hombre!

Amado sea
el que tiene hambre o sed,pero no tiene
hambre con qué saciar toda su sed
ni sed con qué saciar todas sus hambres!

Amado sea el que trabaja al día,al mes,a la hora,
al que suda de pena o de verguenza,
aquel que va,por orden de sus manos,al cinema
el que paga con lo que le falta,
el que duerme de espaldas,
el que ya no recuerda su niñez;amado sea
el calvo sin sombrero,
el justo sin espinas
el ladrón sin rosas,
el que lleva reloj y ha visto a Dios,
el que tiene un honor y no fallece!

Amado sea el niño,que cae y aún llora
y el hombre que ha caído y ya no llora,
¡Ay de tanto! ¡Ay de tan poco! ¡Ay de ellos!

La Canción del Camino.José Santos Chocano(1875-1934)dedicada a Alfredo Gómez Jayme

Era un camino negro.
La noche estaba loca de relámpagos.Yo iba
en mi potro salvaje
por la montaña andina.
Los chasquidos alegres de los cascos,
como masticaciones de monstruosas mandíbulas,
destrozaban los vidrios invisibles
de las charcas dormidas.
Tres millones de insectos
formaban una como rabiosa inarmonía.

Súbito,allá a lo lejos,
por entre aquella mole doliente y pensativa
de la selva
vi un puñado de luces como tropel de avispas.
¡La posada! El nervioso
látigo persignó la carne viva
de mi caballo,que rasgó los aires
como un largo relincho de alegría.
Y como si la selva
lo comprendiese todo,se quedó muda y fría.

Y hasta mí llegó,entonces,
una voz clara y fina
de mujer que cantaba.Era su canto
una lenta...muy lenta...melodía,
algo como un suspiro que se alarga
y se alarga y se alarga...y no termina.

Entre el hondo silencio de la noche,
y a través del reposo de la montaña,oía
los acordes
de aquel canto sencillo de una música íntima,
como si fuesen voces que llegaran
desde la otra vida...

Sofrené mi caballo:
y me puse a escuchar lo que decían:
-todos llegan de noche,
todos se van de día...


Y formándole dúo,
otra voz femenina
completó así la endecha
con ternura infinita:
-El amor es tan sólo una posada
en mitad del camino dela Vida...


Y después,las dos veces
a la vez repitieron con amargura rítmica:
...todos llegan de noche,
todos se van de día.


Entonces yo bajé de mi caballo
y me acosté en la orilla
de una chacra

Y fijo en ese canto que venía
a través del misterio de la selva,
fuí cerrando los ojos al sueño y la fatiga.

Y me dormí arrullado;y,desde entonces,
cuando cruzo las selvas por rutas no sabidas,
jamás busco reposo en las posadas
y duermo al aire libre mi sueño y mi fatiga,
porque recuerdo siempre
aquel canto sencillo de una música íntima:
Todos llegan de noche,
todos se van de día.
El amor es tan sólo una posada
en mitad del camino de la Vida.